El despegue en globo aerostático se realiza temprano por la mañana para aprovechar las mejores vistas de Mallorca bajo los colores mágicos del amanecer.
Después de una breve explicación del piloto, el globo se elevará hasta una altitud de 500 metros. Desde allí, incluso se podrán ver las islas de Cabrera y Menorca.
El silencio y la suspensión en el aire ofrecen sensaciones únicas, con diferentes paisajes desfilando bajo tus pies, desde pueblos y campos hasta el mar y las montañas.
Al regresar a tierra firme, el bautismo del aire se celebrará con un desayuno y un certificado de vuelo.